Breve introducción al barrio

Situado en el denominado ‘casco histórico’ de la ciudad, el barrio de San Pablo, popularmente conocido como El Gancho, es uno de los centros neurálgicos de la clase trabajadora en la capital aragonesa. Acogedor, multicultural, y lleno de vida, no solo posee una rica historia si no que en los últimos tiempos y merced al trabajo del ayuntamiento de la ciudad parece recobrar el pulso y encaminarse a un futuro prometedor, con la recuperación del espacio de Las Armas, situado en pleno centro del barrio y que atrae, cada vez más, a gran parte de la población joven de la ciudad con diferentes actividades durante el año.

Perderse por sus calles paseando puede ser una experiencia única y totalmente enriquecedora, un auténtico viaje al pasado sin perder de vista tanto el presente como el futuro de una ciudad que ha crecido en torno al Gancho, y que promete seguir haciéndolo.

 

Ubicación

El barrio comprende gran parte del centro de Zaragoza, ocupando todo el espacio entre la calle Conde Aranda y el rio por un lado, y la avenida Cesar Augusto y la plaza de Europa por el otro. Podría decirse que queda delimitado por el carismático Mercado Central.

Historia del barrio

Para empezar a recorrer la historia del barrio, es obligado hacer mención al por qué del sobrenombre del Gancho. La primitiva parroquia de San Pablo solía hacer una romería por la zona antes de ser urbanizada, y esta era encabezada por una hoz o gancho que iba desbrozando la zona por la que pasaban los feligreses en procesión. Otra historia dice que la función del gancho era la de cortar las cuerdas tendidas entre las estrechas calles del barrio usadas para colgar las ropas a secar y que así pudieran pasar sin engancharse en ellas los pasos de la procesión. Como ven hay opciones para elegir. Lo que es cierto es que a un lado del altar mayor, en el muro de la epístola, se puede ver aún el último gancho que sigue teniendo el privilegio de encabezar todas las procesiones de la ciudad el día del Corpus Christi.

El barrio de San Pablo se llamó antiguamente Población del Rey, constituyendo el primer ensanche medieval de la ciudad en el siglo XIII.

Planificado de forma regular en el siglo XIV, ya vivía aquí un tercio de la población zaragozana. En su crecimiento fue fundamental el traslado del mercado en 1210 y la sustitución en 1266 de la ermita románica dedicada a San Blas por una nueva parroquia bajo protección de San Pablo.

La iglesia, considerada la tercera catedral de Zaragoza, destaca por su torre-campanario octogonal, derivada de la estructura del alminar almohade, prototipo de construcción mudéjar.

El barrio concentró talleres gremiales como queda patente en los viejos nombres de algunas calles: Cereros, Aguadores, Armas… El Barrio San Pablo ha mantenido una fuerte personalidad, representada por el popular gancho, estandarte que todavía abre sus desfiles parroquiales.

De entre sus pobladores surgieron los broqueleros que, armados de escudo y espada, sofocaron el motín popular de 1766. En el siglo XIX alternaban en el barrio las viviendas de labradores con los negocios de artesanos, comerciantes y fondas.

Más información en https://historiaragon.com/2017/04/05/el-barrio-de-san-pablo/

(Sergio Martinez Gil)

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